Una hemorragia es la salida de la sangre por rotura de los vasos sanguíneos por los que circula.
Es un cuadro muy frecuente, aunque según la cantidad de sangre que se pierda puede pasar de ser algo cotidiano y casi sin importancia a ser una emergencia que requiera una intervención rápida.
Hay muchas formas de clasificarlas:
1. Según su localización:
- Hemorragias internas: no fluye sangre hacia el exterior del cuerpo a través de la piel.
- Hemorragias externas: se produce sangrado a través de la piel.
- Hemorragias exteriorizadas: salida de sangre por orificios corporales (nariz, boca, oídos, ano…).
2. Según el vaso sanguíneo afectado:
- Hemorragias arteriales: sangre roja brillante. Son abundantes, la sangre sale a borbotones a modo de golpes que coinciden con los latidos del corazón.
- Hemorragias venosas: sangre oscura, salida continua y lenta. La cantidad de sangre varía en función del vaso sanguíneo afectado.
- Hemorragias capilares: sangre roja, salida lentamente de sangre en forma de sábana (se extiende como una mancha de aceite en un papel). Suelen ser hemorragias leves.
Actuación general ante hemorragias
- Tranquilizar a la persona afectada.
- Tumbarla por si se marea y cae al suelo, ya que se podría golpear.
- Comprimir directamente la zona sangrante con gasas o paños limpios. La compresión debe ser directa y firme. En caso de empaparse (las gasas o paños), se irán colocando otros encima, sin retirar nunca ninguno, pues se podría arrastrar el coágulo que se estuviese formando (que actúa cerrando la salida de sangre).
- Elevar la extremidad afectada (siempre que no haya fractura).
- En algunas ocasiones el frío puede cortar la hemorragia por la vasoconstricción que produce.
- No hacer torniquetes. Está totalmente contraindicado salvo en una situación extremadamente grave en la que no cabría otra posibilidad, como por ejemplo en amputaciones traumáticas de extremidades superiores o inferiores.
- Si es una hemorragia importante y tiene sed, no daremos de beber nada.
- Si el paciente presenta signos de shock (pulso débil y acelerado, hipotensión, piel pálida y fría, mareo o pérdida de consciencia), tendríamos que actuar con rapidez y alertar a los servicios de urgencia. Llame al 112.
Actuación ante un sangrado por la nariz
- Salida de sangre por las fosas nasales (lo que se conoce como epistaxis) debido a un golpe o sin causa aparente (estornudos, erosiones al rascarse, por aumento ocasional de la tensión arterial, etc.).
- Conservar la calma y tranquilizar a la persona (especialmente en casos de niños).
- Pediremos que se siente con la cabeza hacia adelante para permitir la salida de sangre por las fosas nasales.
- Pinzar con dos dedos (el indice y el pulgar) sobre el puente de la nariz (permitiendo que respire por la boca). Esto lo mantendremos entre 3 y 5 minutos aproximadamente (incluso llegando a 10 minutos si fuera necesario).
- Pasado este tiempo liberaremos la presión, y si sigue sangrando podemos repetir el procedimiento. Si aún así no se detiene el sangrado deberíamos acudir a urgencias o llamar a los servicios de emergencias 112.
No debemos…
- No debemos inclinar la cabeza hacia atrás para que no salga la sangre.
- No es necesario tumbarse en el suelo.
- No debemos taponar los orificios nasales con algodón o gasas. En un primer auxilio solo nos debemos limitar a apretar las alas nasales
- No debemos realizar esfuerzos como sonarse la nariz, tragar, toser, hablar, etc., ya que esto retrasaría el proceso de formación del coágulo, que es el que termina cortando el sangrado.
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