Los primeros auxilios pueden reducir hasta en un 80 por ciento los efectos de accidentes que tengan lugar en la vía pública, poniendo especial atención a aquellos que impliquen lesiones con sangrado y en ocasiones en las que no haya margen para esperar a que llegue asistencia profesional.
Es en estos casos donde la intervención de las personas que se encuentran en el lugar puede evitar consecuencias graves si se actúa rápido y bien.
El problema es que muchas veces las personas que podrían ayudar se quedan paralizadas porque no saben cómo deberían actuar y temen cometer errores que compliquen aun más la situación. Se sabe que estas actitudes o, inclusive, la toma errónea de decisiones, suelen agravar las distintas situaciones.
Tal como se ha informado en forma reiterada, se estima que, si la población estuviera entrenada en estos tipos de técnicas -como, por ejemplo, las de reanimación cardiopulmonar y en la llamada “maniobra de Heimlich” que enseña a proceder cuando una persona sufre un atragantamiento- se podrían evitar muchos desenlaces fatales.
Una capacitación de más personas en estas técnicas contribuye, sin dudas, a reducir sustancialmente la posibilidad de que se presenten derivaciones trágicas y permite contar con trascendentes recursos de apoyo a quienes, víctimas de algún súbito malestar o de un accidente, se encuentren en esos momentos indefensos e imperiosamente necesitados de auxilio. De allí la conveniencia de que se propaguen en la sociedad los cursos y talleres que apunten a capacitar a la mayor cantidad posible de personas para enfrentar estos tipos de emergencias.
Si quieres saber más, únete a la fiebre del GuíaBurros: Primeros Auxilios, ¡y hazlo tuyo!
Una guía excelente. Imprescindible en casa